Ejerzo pues mi más enérgica protesta desde aquí, confiando en que la siempre viral internet haga su labor y lleguen a buen puerto mis reivindicaciones, a saber:
- Prohibidas las pistolas de juguete (de agua, example) o de matarife (¿Pancho Villa?). Siempre llevo una de las del primer modelo en el bolso. Me encanta hacer bromitas. En un avión también. Pero además tampoco puedo llevar mechero en forma de pistolita. ¿Por si se mojjjquean?
- Hachas y catapultas. En cualquier momento del día puedo necesitar lo primero para cortar hilo, papel, madera o la cabeza de alguien (soy una persona muy atareada) y lo segundo es un elemento que utilizo habitualmente en mi vida diaria.
- Cuchillos rituales. Intimamente relacionados en mi actividad con las hachas.
- Machetes. Para llegar al lugar donde uso el cuchillo y el hacha, necesito usar machete.
- Llaves inglesas. En los lugares a los que viajo no las venden y también suelo necesitar una.
- Remo de Kayak. Es lo que me sale colgando de atrás cuando voy andando por la calle, y sí, también lo utilizo en la ruta hasta llegar "al lugar", junto con el machete. Si me quitan el machete y esto, no llegaría nunca.
- Tacos de billar. Si te gusta jugar al billar y en el lugar al que vas, no hay tacos, es porque tampoco debe haber mesa. Si te llevas el taco y no hay mesa, mal rollo chaval. Háztelo mirar. En su defezto, llévate la mesa también. En cabina, con dos cojones.
- No se lo que son Kubatones, pero ahora que no dejan llevarlos, pienso necesitarlos.
- Sangre infectada. No se puede llevar sangre infectada. Vampires out. Swine flu out.
- Ni gases lacrimógenos (esto no lo necesitaba, miren ustedes)
- Granadas de todo tipo
- Arpones, jabalinas, sables, espadas... (¿los de los Clicks de Playmobil tampoco?)
DEDUCCIÓN: tras leer tan pavorosa enumeración hace unos años, concluí que los jerifaltes de la alianza Schengen la elaboraron tras efectuar un estudio de mercado (subcontratado a consultores de gran renombre), según el cual, los potenciales pasajeros de sus líneas aéreas pertenecen a un perfil temible, muy similar éste:
"El pasajero medio de nuestras líneas aéreas es un hombre/mujer o cyborg de última generación, edad 25-40 años, 1,76 cms, entre 70 y 78 kgs, complexión maciza, músculos de acero, muy deportista, de profesión revolucionario, guerrillero, agitador de masas, terrorista chiita o integrante del frente Polisario, asesino en serie, turista loco, vendedor de alfombras del Kazajastán, aficionado a la filantropía para despistar, de signo político izquierdoso, afín a cualquier iniciativa antiglobalización, detesta el fútbol, mente fría y calculadora, denota acusado interés por la jardinería y los deportes de invierno, y quiere dominar el mundo".
Si lo que creen que llevan en el avión es a los buenos, entonces los buenos son: El Capitán Trueno, Roberto Alcázar y Pedrín, Cónan el Bárbaro, El Capitán América, El Jabato, Los Cuatro Fantásticos, El Mago Mandrake y algunos otros más. A Superman no le hace falta ir en avión porque ya vuela él solito. Los mencionados son las únicas buenas personas reales a las que yo me imaginaría en la situación real de viajar con las herramientas que la lista menciona.
Por mi parte, normalmente me protejo yo solita. Pero si, por exigencias del guión no pudiera, y algún malvado canalla portara, digamos, plutonio en cabina, siempre estoy a tiempo de llamar a Maxwell Smart, el SuperAgente 86, que de toda la vida, ha sido mi héroe favorito.
Puestos a hacer listas "reales", estas que dejo aquí son las mías, en respuesta a la "suya", señores... Bala dixit.
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